El objetivo de este proyecto es abordar el estudio del archivo virreinal, tomado desde una triple perspectiva que combine su sentido más positivista, es decir como fuente historiográfica, pero también pensado como lugar de la memoria y metáfora epistémica. Desde esta elasticidad del término, el proyecto considera las aristas del archivo, los bordes en los que confluyen aquellos textos y productos culturales surgidos de una dimensión celebrativa, ocasional y excepcional. En este sentido, el valor de lo efímero se entiende como metamorfosis estética y simbólica, desde la que entablar un diálogo entre la realidad y su proyección embellecida.
El valor de lo efímero se entiende como metamorfosis estética y simbólica, desde la que entablar un diálogo entre la realidad y su proyección embellecida.
La hipótesis inicial consiste en tratar la escritura del efímero como epílogo de una realidad mejorada en la que se escenifica un sugerente entramado de relaciones simbólicas. Considerar el fasto en los virreinatos americanos desde la perspectiva de los bordes implica rastrear fisuras de realidad, zonas porosas que como palimpsesto se superponen a la metáfora simbólica, y en las que emerge el reconocimiento del lugar en el que se habita. Y, en ese proceso, se revela una emergente conciencia criolla. La relación del efímero entabla así un diálogo en el que destacan intelectuales como Sor Juana Inés de la Cruz y Sigüenza y Góngora, pero también otros muchos personajes del entramado cultural del momento, con conciencia de pertenecer a una elite docta y conformar, desde los márgenes, la aristocracia cultural de la ciudad letrada.
Bajo esta idea del efímero, emergen desde los bordes distintos espacios de representación simbólica que pueden entrar a formar parte del archivo, junto a las grandes solemnidades religiosas y civiles: espectáculos en el medio rural o en núcleos urbanos alejados; festejos conventuales y pasatiempos de intramuros; representaciones particulares en palacio, a semejanza de la metrópoli; humoradas y mascaradas facetas en la universidad; academias burlescas y certámenes poéticos, etc.
Emergen desde los bordes distintos espacios de representación simbólica que pueden entrar a formar parte del archivo, junto a las grandes solemnidades religiosas y civiles.
Además de ampliar los espacios de representación y considerar como corpus cualquier forma de fasto, esta concepción del efímero articula otra línea de reflexión en la que la propia naturaleza y materialidad de los textos determina su consideración como objetos de estudio. Nos referimos a correspondencia, inventarios de bibliotecas y bienes, dedicatorias, aprobaciones, censuras, paratextos, posturas, retratos, biombos… Esta ampliación de las categorías y los márgenes de lo efímero obligan a plantearse las diferencias en los códigos y las estrategias celebrativas entre el centro y la periferia americana, distinciones que confluyen en la fórmula de efímero mestizo. Desde la hipótesis general de que las principales diferencias de la fiesta novohispana con respecto a la peninsular radican en los actantes de su ejecución y en su peculiar horizonte de expectativas -es decir, quien traza el diseño del fasto y para quien-, se plantea una segunda línea de trabajo en la que el efímero se asocia a la configuración de las elites letradas, al nacimiento de la moderna conciencia autorial, al establecimiento de unas formas de ocio y consumo cultural propias, al auge de la conciencia criolla, etc. que, irremediablemente, conducen a plantear la cuestión en el marco general del tránsito de la modernidad que se da entre el siglo XVII y XVIII.
Una tercera línea de trabajo será llevar a cabo la edición crítica de aquellos textos que, bajo esta perspectiva, contribuyan a engrosar la nueva biblioteca indiana.