Penúltima sesión: Mexía de Fernangil traduce a Ovidio

DSCN7446En la sesión de ayer, la profesora Tatiana Alvarado Teodorika, de la Academia Boliviana de la Lengua, expuso algunas de sus ideas sobre la traducción que Diego Mexía de Fernangil realizó de las Heroidas de Ovidio a finales del siglo XVI. Comenzando por una presentación del texto ovidiano, Alvarado comentó la gran repercusión que tuvo esta traducción de Mexía de Fernangil desde el siglo XVII hasta el mismo siglo XX, en que se ha seguido editando.

DSCN7445Integrante de la llamada «Academia Antártica», Mexía de Fernangil era, en palabras de Alvarado, un excelente poeta, de manera que cuando traduce los textos de Ovidio en realidad está creando una obra propia. De hecho, Mexía no se identifica a sí mismo como traductor, y publica su obra bajo el título Primera parte del Parnaso Antártico, de obras amatorias : con las 21 epístolas de Ovidio. Esta Academia Antártica que hemos mencionado supuso la entronización del Renacimiento italiano en la literatura americana y gracias a las redes intelectuales que crearon pudieron construir un pensamiento letrado. En los preliminares de la Primera parte del Parnaso Antartico…, encontramos poesías de Pedro de Oña (autor del Arauco domado, de quien habló Paul Firbas en su charla), Pedro de Soto, Luis Pérez de Ángel y un poema de una «dama» a la que siglos después Ricardo Palma bautizó como «Clarinda». Muchos de los poetas de la Academia Antártica utilizaban seudónimos, a la manera de la época, y la profesora Alvarado explicó en detalle quién era cada uno de los poetas autores de los textos preliminares.

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En la tercera parte de su charla, Alvarado comentó pormenorizadamente los epílogos escritos por Mexía de Fernangil en cada una de las 21 epístolas de Ovidio. En estos textos vemos alusiones a autores latinos como Plauto, Ovidio, Séneca, Ausonio, Juvenal, Boecio, Marcial, Terencio, etc. Los fragmentos que ofrece Mexía de estos autores están muy bien citados, por lo que no cabe duda de que disponía de estas obras, puesto que además era mercader de libros. La profesora Alvarado apuntó que resulta interesante pensar no solo en esa biblioteca, sino sobre todo en la repercusión que pudo tener para esa red de intelectuales disponer de esa cantidad de volúmenes.

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