Museo de Arte Religioso del Palacio Arzobispal de Cusco
Hablando de fiestas virreinales con Judith Farré, la más importante del calendario litúrgico, la del Corpus Christi, celebrada con toda pompa en la mayoría de las ciudades del Imperio, dio lugar a una serie de magníficas pinturas que, encargadas para adornar los muros de la Parroquia de Santa Ana, hoy custodia el Museo de Arte Religioso del Palacio Arzobispal de Cusco.
El Museo conserva doce lienzos anónimos en los que queda constancia de la magnificencia de la fiesta con sus altares, andas y carros procesionales adornados profusamente, así como de la concurrencia de un público muy diverso entre los que se observan indios, mestizos, plebe y nobleza.
Pero además el Museo del Palacio Arzobispal, alberga la llamada serie del Zodiaco: nueve cuadros que se atribuyen a Diego Quispe Tito y en los que el artista indígena adapta las casillas y signos del zodiaco a parábolas que a su vez se relacionan con los meses del año.
Residencia del primer obispo del Cusco, Fray Vicente de Valverde, el Museo se levanta sobre los antiguos bloques ciclópeos de diorita del palacio de Inka Roqa, a pocos metros de la plaza de Armas, en la calle Hatunrumiyoc y en el sector de la ciudad donde comenzaba el antiguo camino al Antisuyo. Encima de las piedras poligonales –entre las cuales puede contarse la famosa de los doce ángulos- las paredes encaladas de la colonia se abren al cielo en uno de los patios más bonitos de la ciudad imperial.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!