Las Virreinas novohispanas. Ajuares y finezas

En las últimas décadas, el auge de los estudios de género y las nuevas orientaciones historiográficas en el campo de los estudios sociales han generado un importante desarrollo sobre los estudios de la mujer. Bajo esta premisa general,  proponemos esta actividad sobre el capital simbólico de las virreinas en la corte novohispana, desde la perspectiva de sus ajuares y la circulación de imágenes e iconografías en su vida en la corte.

El título de virreina no era hereditario ni acarreaba la necesidad de asegurar la descendencia. Tampoco traía aparejada la responsabilidad del legado en el gobierno por ausencia o falta del virrey, función que en Nueva España desempeñaba la Real Audiencia. En la época suele destacarse su imprescindible papel en la conformación del espacio cortesano, así como en la representación pública de los códigos sociales y la reproducción del modelo cultural hispánico. De hecho, en los pocos periodos en los que no hubo virreinas en el cargo, la vida palaciega fue mínima. La sociabilidad de la virreina con las élites femeninas locales era una de las máximas en la vida cotidiana y, por tanto, una de las pautas sobre las que se construía la vida palaciega. Las redes que van tejiéndose entre los círculos de poder femenino en la corte novohispana reproducen modelos importados de la corte metropolitana y también son, por tanto, una forma de afianzar y sustentar el capital simbólico en relación a las élites locales.

Aprovechamos también la reciente restauración del retrato de María Luisa de Toledo y Carreto, la única hija de Antonio Sebastián de Toledo, marqués de Mancera y virrey de Nueva España de 1664 a 1673. El retrato se recogió durante el proceso de desamortización de 1835 del Convento de Nuestra Señora de la Salutación de Madrid, donde ingresó como monja de velo negro y coro tras quedarse viuda. Se había casado con el hijo del tercer duque del Infantado en México el 28 de mayo de 1673 por poder, ya que el joven aún vivía en Madrid. La ceremonia fue oficiada por el arzobispo fray Payo y, según el Diario de Robles, «hubo mucha grandeza». Actualmente, este retrato es el eje sobre el que se ha diseñado la exposición La hija del virrey. El mundo femenino novohispano en el siglo XVII en el Museo de América, comisariada por Andrés Gutiérrez Usillos  (http://www.culturaydeporte.gob.es/museodeamerica/actividades2/exposiciones-temporales/la-hija-del-virrey.html)

El próximo miércoles 20 de marzo llevaremos a cabo una mesa redonda sobre el papel femenino de las Virreinas en Nueva España, con la participación de Francisco Montes González y Alberto Baena Zapatero.

Francisco Montes González. Es licenciado en Humanidades por la Universidad Pablo de Olavide y doctor en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla, donde ejerce de profesor ayudante doctor en el Departamento de Historia del Arte. Sus líneas de trabajo abarcan el estudio de la cultura virreinal americana desde una perspectiva sociológica, asunto que le ha permitido profundizar en otros aspectos como el mecenazgo o los rituales festivos, y el tránsito de las representaciones iconográficas andaluzas y americanas derivado de los intercambios artísticos. Destacan sus libros Sevilla guadalupana. Arte, historia y devoción (2015) y Mecenazgo virreinal y patrocinio artístico. El ducado de Alburquerque en la Nueva España (2016).

Alberto Baena Zapatero. Es doctor en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid y profesor ayudante doctor de la Universidad de Salamanca y profesor Clase A de la Universidade Federal de Goiás (Brasil). Además, es investigador asociado del Centro de Humanidades (CHAM) de la Universidade Nova de Lisboa. Su tesis doctoral, sobre Mujeres novohispanas e identidad criolla (s. XVI y XVII) fue Premio de investigación María Isidra de Guzmán, 2009. Es miembro del Grupo de Investigación sobre las Independencias Iberoamericanas de la Universidad de Salamanca (INDUSAL).

Lugar: Centro de Ciencias Humanas y Sociales, Sala Caro Baroja (http://cchs.csic.es/es/llegar)

Hora: 11.00