Decimoquinta sesión: autores y censores en el virreinato peruano
En la sesión de ayer, el profesor Guibovich expuso detalladamente cuál era el proceso de impresión de un libro una vez que el autor disponía del manuscrito terminado. El procedimiento en el virreinato del Perú era idéntico al llevado a cabo en la Península Ibérica. Guibovich centró en su charla dos elementos clave: por un lado la censura preventiva, aquella que se realizaba con anterioridad a la publicación del libro, y por otro lado en la relación que existía entre autores y censores. Partiendo de la división de Grendler entre censura constructiva y censura represiva, Guibovich quiso relativizar el carácter represivo de la censura preventiva.
El censor de la monarquía hispana tenía como función servir de salvaguarda de la ortodoxia y su imagen era la del garante que autorizaba la obra del autor. En su charla, el profesor Guibovich expuso el surgimiento de la censura preventiva en la monarquía hispana, su implantación y ejercicio en el virreinato del Perú y los vínculos entre autores y censores. Tras la Pragmática de 1558, se ratifica la centralización de la censura en el Consejo Real. La obra impresa debía cotejarse con el original manuscrito y todo libro debía incluir la licencia, la tasa, el privilegio, los nombres del autor e impresor, y el lugar. En definitiva, todo lo que los expertos en cultura escrita llaman paratexto.
El primer libro peruano que incluyó las aprobaciones fue la obra de Juan de Vega, Institutiones grammaticae latina, de 1595. Guibovich realizó un repaso de algunas publicaciones limeñas de los siglos XVI y XVII para establecer la importancia, en muchos casos, de las relaciones entre autores y censores. La charla terminó con un interesante debate sobre los procedimientos de impresión, concesión de licencias y censuras que acompañaban a la edición de los libros en el virreinato peruano.
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